viernes, 27 de agosto de 2010

Dejad que los niños puedan "comportarse como niños"

El otro día leí este interesante texto de opinión de Javier Cuervo:

http://www.diariodeibiza.es/opinion/2010/08/19/chiton-aleman/427812.html

cuya parte final dice así:

"Pero el español adulto, especialmente la subespecie maleducada, suele estar dando voces a otro adulto y sólo acalla a su hijo de madrugada, por semana y si él quiere dormir.

El resto del tiempo defenderá sus aullidos como un derecho humano, como libertad de expresión...

Este verano la empleada de un ferry le pidió a una madre española que contuviera un poco a sus hijos y ella, a voces, reclamaba que la nave careciera de guardería donde pudieran «comportarse como niños».

Niños de otros países contemplaron la escena sentados en silencio junto a sus padres
."


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Je, je... me encanta ese final... y además me recuerda una escena que viví en el instituto este pasado curso escolar:

Me estaba quejando en la sala de profesores de que para llegar a la puerta de mi aula tenía que pasar cada día por un pasillo abarrotado de niños chillando, empujándose, tirándose cosas, peleándose, etc., cuando una compañera de trabajo quiso zanjar el asunto con: "es que si los niños no chillan, no se empujan, no se pelean, etc., entonces no son niños"...


...hasta los cojones (como siempre, de nosotros, los adultos)...

lunes, 23 de agosto de 2010

"No imponer las normas, sino negociarlas"

De un artículo aparecido hace unos días en el diario El País:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/pegan/propios/hijos/elpepisoc/20100818elpepisoc_1/Tes

"Una educación liberal demasiado permisiva, en la que los roles y la jerarquía se han borrado, es el lugar ideal para que emerjan este tipo de comportamientos.

Roberto Pereira y Lorena Bertino, de la Escuela Vasco-Navarra de Terapia Familiar, apuntan a que suele ocurrir en familias donde la relación entre padres e hijos está en pie de igualdad, donde las normas no se imponen sino que se negocian".


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Pero vamos a ver, criaturas, si ya algunos de vosotros- que habitáis los siniestros parajes de las escuelas de pedagogía, terapia familiar, psicología, etc.- os habéis dado cuenta de este tipo de evidencias:


-¿por qué en el terreno de la enseñanza tenemos que seguir asistiendo a cursillos en los que se nos persuade a negociar las normas con los alumnos -y el programa, y los horarios, y...-, en vez de imponerlas?

-¿por qué tenemos que seguir asistiendo al desmantelamiento de toda jerarquía y roles funcionales en los centros educativos?

-¿por qué tenemos que aceptar vuestras delirantes ideas sobre las bondades de una relación entre profesores y alumnos “en pie de igualdad”?

...hasta los cojones...