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En este bloghttp://www.kundalah.com/2009/04/pasos-para-denunciar-a-un-profesor/en el que se explican los pasos para denunciar a un profesor –tarea legítima, cuando lo es-, me he encontrado con esta frase:“Está la Inspección Educativa, que se muere por recibir casos, ya que si nadie denuncia poco pueden hacer salvo las inspecciones de rigor”.La cual, si no entiendo mal, quiere dar a entender que los inspectores se aburren si la gente no denuncia a los profesores…Hay gente pa tó.…hasta los cojones…
Ricardo Moreno Castillo (autor, entre otros, del famoso Panfleto Antipedagógico) ha elaborado un nuevo texto "ante el imparable deterioro de la educación en España".Como en ocasiones anteriores, profesorhastaloscojones está totalmente de acuerdo con su contenido, y anima a todos los interesados a leerlo, meditarlo, y si están de acuerdo, adherirse a él.http://spes.org.es/index.php?module=noticias&func=display&sid=5------------En lo personal, me agrada especialmente el punto 4:"Consideramos que la pedagogía no es una ciencia, sino un lenguaje sin contenido que ya ha hecho mucho daño en la enseñanza. Por esta razón, la formación de los futuros profesores ha de estar a cargo, exclusivamente, de las facultades de las especialidades correpondientes".Supongo que será el más polémico, porque los pedagogos se tienen montado un "mercadillo" (cientos de cursillos al año para profesores, el CAP, etc.), que a ver quién es el listo que los apea de ahí. Pero creo que es muy necesario sacarse de encima esa tiranía....hasta los cojones...
Una de las escenas que más me impresionaron, de cuando empecé a trabajar como profesor:Un compañero que se las daba de ser muy popular entre los alumnos (ya saben: le pedían que se hiciese fotos con ellos, se paraban a charlar con él cuando se los encontraba por la calle, etc.) vino conmigo a llevar a los alumnos a ver una película en un teatro de la ciudad.Estando los alumnos ya sentados en el patio de butacas, uno de ellos le pidió a este compañero que le dejase su sombrero (siempre llevaba un sombrero tipo Bogart en El halcón maltés). Mi mirada fue a escudriñar la reacción del profesor, y pudo percibir que no le hacía ninguna gracia la idea, pero que no podía negarse, so pena de dejar de ser profesor-colega.Se lo dejó.A los pocos segundos el sombrero empezó un viaje accidentado por todo el patio de butacas, pasando de forma descuidada de mano en mano, de tal manera que la situación estaba totalmente descontrolada: gritos, risas...Volví a escudriñar la reacción de mi compañero: cada vez le costaba más mantener la sonrisa, pero aún así lo consiguió a base de músculo y la firme convicción de que es preferible dejar que hagan de ti un pandero que quedar de profesor-no-enrollado.Hasta aquí la escena.Hace días estaba viendo una entrevista a Ricky Gervais y de repente recordé esa escena al describir Gervais el personaje de David Brent, (en la fotografía de arriba) protagonista de la serie “The Office” (versión original inglesa).Incluyo un extracto de la misma, en "homenaje" a lo que de David Brent tenemos todos, especialmente los profesores-colega y los alumnos-con-baja-autoestima.(Nota: el vídeo se ve con el navegador web Firefox. pero con mi versión del internet explorer no)
Hoy el diario El País publica un artículo de Manuel Cruz, catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Barcelona:
http://www.elpais.com/articulo/portada/Intimidad/intimidad/elpepuculbab/20100417elpbabpor_23/Tes
Destaco las ideas relacionadas con el tema de este blog, en concreto con esa letanía insoportable en que se ha convertido la preocupación por la “autoestima” de los estudiantes en la nueva pedagogía.
Antes de nada quiero aclarar que el concepto de “mala fe” (del francés: «mauvaise foi») en Sartre -que es al que se refiere aquí Manuel Cruz- está relacionado en concreto con la noción de autoengaño, en contraste con el sentido general que se le suele dar en español.
Y ahora los extractos:
(…) la mala fe ama a su imagen y no a sí mismo (a quien generalmente tiende a despreciar), de la misma forma que desprecia a otros en quienes reconoce lo que es y no quiere ser.
(…) El otro es aquel que me impide ser a voluntad, ser a la carta. Es aquel contra el que se estrella mi mala fe. El que me deja en evidencia: el que se resiste, desde su libertad, a devolverme la imagen que yo deseo o necesito. El otro, en suma, a menudo, se convierte en obstáculo para esa particular modalidad de autoengaño -la mala fe- en la que la autoestima (el amor por la propia imagen) sustituye al amor propio (el amor por la realidad de uno mismo). (…)
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Con respecto a mis comentarios, me remito a las anteriores veces que he tratado este tema:
http://profesorhastaloscojones.blogspot.com/2010/03/elvira-lindo-chavales-rebosantes-de.html
http://profesorhastaloscojones.blogspot.com/2010/02/bill-gates-al-mundo-no-le-importa-tu.html
...hasta los cojones...
Ayer el diario El País publicó un artículo de Fernando Savater sobre el filósofo inglés Michael Oakeshott (1901-1990).
http://www.elpais.com/articulo/cultura/educacion/liberal/elpepicul/20100413elpepicul_6/Tes
El asunto que me interesa comentar es la referencia que el artículo hace a las reflexiones de Oakeshott recogidas en “su libro póstumo La voz del aprendizaje liberal (editorial Katz) que recopila sus escritos sobre el sentido y los contrasentidos de la educación”.
Primero, un extracto de lo que me parece más interesante del artículo de Savater:
(…) Lo que debe transmitir la enseñanza no es una simple y atareada preparación para el presente sino distanciarnos de él en beneficio del desarrollo de nuestra condición esencial.
Componente básico de la idea de "escuela" es "el alejamiento del mundo inmediato y local del estudiante, de las preocupaciones de momento de ese mundo y de la dirección que éste le da a la atención del estudiante, ya que tal es el significado correcto de la palabra schole (y no 'tiempo libre' ni 'ocio')".
Por tanto, el compromiso educativo es a la vez una disciplina y una liberación; la una es posible en virtud de la otra.
"La recompensa es una emancipación del mero 'hecho de vivir', de las contingencias inmediatas de lugar y tiempo de nacimiento, de la tiranía del momento y del servilismo de una mera condición actual". (…)------------------
Hasta aquí el texto de Savater.
Mi reflexión:
Muchas de las nuevas pedagogías, partiendo de los intereses inmediatos de los alumnos -de forma legítima, me parece a mí- no van más allá, se quedan ensimismadas en ellos.
Según mi punto de vista, sin esa distancia de la que habla Oakeshott las personas somos absorbidas por nuestra cultura, acabamos siendo nosotros mismos no sujetos de nuestra cultura, sino mera materia cultural, objeto de estudio de antropólogos (cuando no de zoólogos).
...hasta los cojones...