martes, 5 de enero de 2010

Se ve que hay ceporros, palurdos e inútiles en todas las profesiones


Condenan a pagar 300 euros a un profesor de primaria que llamó "ceporro" e "inútil" a un alumno.


Ésta es la noticia que acabo de escuchar en un noticiario televisivo, y que he buscado, incrédulo, en la prensa escrita.

http://noticias.terra.es/2010/sucesos/0105/actualidad/condenan-a-pagar-300-euros-a-un-profesor-de-primaria-que-llamo-ceporro-e-inutil-a-un-alumno.aspx

Un extracto de la misma:

"La Audiencia Provincial de Valencia ha confirmado la sentencia que condena por vejaciones a un profesor que llamó "ceporro, palurdo e inútil" a uno de sus alumnos de sexto de Primaria y que le impone una multa de 300 euros.


El fallo, consultado por Europa Press, ratifica una sentencia anterior de 15 de mayo de 2009 de un juzgado de instrucción que fue recurrida por el maestro y considera probado que este docente, que ejerce en la provincia de Valencia, sacó a la pizarra al alumno, de quien además era tutor, y mantuvo una "actitud de burla" hacia él, lo que motivó las risas del resto de los compañeros de clase".

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Lo obvio: llevar hasta un juzgado un caso como éste es un auténtico despropósito.

Aún en el caso de que las palabras del profesor, que en principio no parecen muy adecuadas (la conflictividad en el aula en estos momentos es tan elevada que no me extraña lo más mínimo que en ocasiones digamos cosas poco adecuadas), fuesen además injustas, resolver eso con el dinero de papá pagando un abogado y llevando al profesor al juzgado es de ceporros y palurdos... o sea que el profesor tenía razón.

Gracias a sus padres. Una vez más. Y enhorabuena a los premiados, que somos todos, pero sus padres más, porque lo tendrán más cerca. Que se jodan.

Me remito por último al artículo de Javier Marías, llamado Pieles finísimas, del que di noticia en este mismo blog hace unas semanas (buena oportunidad para empezar a usar el buscador).


...hasta los cojones... pero mucho, mucho...

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